Fue recogido por una familia que paseaba por el campo, andaba desorientado. Nos contaron que un grupo de cazadores habían estado por allí el día anterior. Se les debió perder o no cumplió con sus cometidos.
Ha vivido con dos familias interesadas en adoptarlo, pero es incansable. En el refugio es feliz, tiene siempre compañeros distintos con los que jugar y quemar energía.